Los calcetines siempre fueron un tema candente
en mi matrimonio. No en el sentido de objeto fetiche amoroso, sino
todo lo contrario. Tal vez y a muchas mujeres les pase, tras los primeros
descalces de la pareja, toparse con un agujero sinvergüenza y, en el peor
de los casos, un olor a muerto que, si no fuera por el cariño que le hemos tomado
al hombre ese, nos haría dar media vuelta.
Pero el caso es que las medias, para
mi ex marido, eran un objeto de denuncia. Sí, de mi desatención hacia él (de mi
horcocherío[1], diría mi padre). Ocurrió que dos semanas
después de que su madre acudiera a visitar a la wawa (a la recién nacida), el marido acudió al living y se sentó con un impresionante cruce de
piernas tipo Sharon Stone en Bajos Instintos, exhibiendo en el acto unos peludos
pies pegados a los zapatos, ¡sin medias! Ante mi alarma y las miradas de
espanto de la doña, porque el frío invierno paceño se hace sentir, le sugerí
que se pusiera calcetas. Me dijo, fuerte y clarito, que no había media alguna en
su cajón, así que tuve que respirar hondo e, invocando las enseñanzas de Thích
Nhat Hanh, le expliqué que por la herida de la cesárea, agacharse era doloroso y por
cierto contraproducente, y le pedí que se tomara la molestia de sacarlas de la cesta
de ropa limpia (vamos, aún así me daba modos de tener la ropa limpia). Y ayer,
en una de las comunicaciones vía email corteses, de esas que solo brinda el
divorcio (con copia suya a la terapeuta) me pidió que a la cita con abogados yo
llevara, ya no buena voluntad o una buena propuesta, sino “al menos un par de
medias”. Uta, pensé, o este es un hombre hecho a medias, o hay huecos que no logra
suturar ni el más sincero intento de apego a la tradicional abnegación femenina.
(Por suerte, y como tengo dos ex maridos, al que le calce la media… que se
la huela)
[1] Horcochi: “Mujer que
sabe poco de las cosas del hogar…Es una expresión popular: ‘Me casé con una
horcochi que no sabe freir un huevo…’ (las que no son horcochis saben freir los
dos y no se cuál es peor)” Diccionario del Cholo Ilustrado, de Paulovich, UMSA.
1978

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