jueves, 20 de noviembre de 2025

Los teatristas también comen. Capítulo final del XXV Premio de Teatro Peter Travesí 2016

Paula Jordán Ramos



Cuando los asientos se han quedado vacíos, el teatro aún bulle. Sobre el escenario recorren como hormigas los miembros del elenco, desarmando, trasladando, limpiando y deshaciendo los restos del espectáculo. Así de efímera es la vida y de esforzado el trabajo de actor de teatro en Bolivia, así hubiese ganado muchos premios, así tenga 40 años de historia sobre las tablas. En Bolivia no hay presupuesto para personal que haga esto, así sea un festival nacional.

Esta noche se otorgará el premio de Bs. 6585 a cada uno de los diez elencos que formó parte de la cartelera del XXV Premio Nacional de Teatro Peter Travesí 2016. Cinco de éstos llegaron desde la ciudad de La Paz, desde donde trasladar una escenografía cuesta entre 1,500 y 2.000 bolivianos.

En un elenco compuesto por siete personas, entonces, el premio se reparte y deja un saldo de poco más de 600 bolivianos para cada artista, que para actuar en sus dos presentaciones deberá pagar al menos una noche de alojamiento. También come. Son dos días. Queda 200 bolivianos apenas para sus traslados.

A estas alturas uno se pregunta cómo habrán venido desde La Paz y cómo se irán. Un pasaje de avión a Cochabamba ida y vuelta sale cerca de 700 bolivianos. No está bien. Realmente aquí no cuadra nada. A estas alturas ya entiendo por qué hubo tan pocos grupos del interior del país que se postularon para participar. Es un sacrificio.

El dinero que el Gobierno Departamental de Cochabamba desembolsa (del Tesoro General de la Nación) para los ganadores del Premio Nacional de Teatro Peter Travesí (que son los diez seleccionados) es, a todas luces evidente, insuficiente. Por otra parte, este año la Alcaldía de Cochabamba ha visto reducido el presupuesto para la organización y difusión pero a pesar de ello, lo ha logrado, a costa del esfuerzo tremendo de hombres y mujeres que trabajan el doble o que se ofrecen como voluntarios y le ponen el hombro a esta pasión llamada teatro.

Como parafrasea Ivonne Rojas, una mujer visionaria y profundamente humanista que ha creado el Laboratorio de Periodismo y Crítica Cultural: “En una época de confusión organizada, de desorden decretado, de arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada... Nunca digan: 'Es natural', para que todo pueda ser cambiado” (Bertolt Brecht).

No está bien solo agradecer la labor de los artistas del XXV Premio Nacional de Teatro Peter Travesí por haber realizado esta hazaña extraordinaria que requiere mucho valor y que los define como héroes (ésa es la definición, buscad en el diccionario). Amemos a nuestros artistas de teatro, después de todo, son capaces de abstraernos de esta realidad a un ejercicio intenso y breve que puede cambiarnos la vida para siempre.

 

 


Paula Jordan, ganadora de la Mención en Crítica Teatral 2016.

Fotografía: Mauricio Rocabado

 

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